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Sólo necesito amor

Querida:

¿Cuánto tiempo llevamos juntos? Son muchos años ya. Nos conocemos bien, sin embargo, aunque quiero creer que no es tu intención hacerme daño, cada día me lo pones más difícil.

Las circunstancias han cambiado, es cierto. Cuando nos conocimos, yo estaba lleno de vida. Tenía un espíritu luchador y sangre fuerte, nueva, recorriendo mis arterias. Cada uno de mis rincones se iba llenando, poco a poco, de ilusiones y de proyectos. El futuro era, entonces, esperanzador.

Tú eras mi todo. Me sentía orgulloso de acompañarte. Tan sabia, eterna y bella, eras el espejo en el que me miraba. Sabía que no podía estar a tu altura, pero tú marcabas el ritmo de mis aspiraciones; yo intentaba mejorar para que tú me vieras digno de estar a tu lado. Formábamos, creía, un buen equipo. Pero me has abandonado.

Ahora mis muros se caen y mi piel se cuartea. Sin tus cuidados, mi vida se apaga. La soledad se apodera de mí y me voy sumiendo en la tristeza; qué difícil es salir del hoyo cuando no encuentras respaldo.

Has dejado que mi razón de ser se difumine. Me he ido vaciando de esa alegría infantil que convertía cada instante, cada lugar, en risas y juegos. Tras tu descuido, me siento incómodo, inseguro y ajado y la gente, que antes me miraba con agrado, se aleja dejándome como la mayoría deja a su primer amor, dolido pero convencido de que encontrará a otro mejor.

Me has arrancado el corazón para venderlo al mejor postor y con él todos los recuerdos que atesoraba. Ha sido un duro golpe y siento que ya no valgo nada para ti. Me siento utilizado. Estás conmigo cuando te interesa y cuando crees que no puedo ofrecerte nada, te vas con otro. Me vas arrinconando y dejando a mi suerte.

Dime, ¿qué te he hecho? No me merezco esto.

Sé que últimamente no era lo que solía ser. Sé que no me cuidaba lo suficiente. Quizá yo mismo me haya abandonado y no he sabido como comportarme. Pero sin ti, sin tu confianza, sin tu empuje, ¿qué posibilidades tengo? Seamos, por una vez, sinceros, ¿alguna vez te preocupaste desinteresadamente por mí?

Sin embargo, no todo es malo. Tras el viento que se lleva tus promesas, has dejado tu huella. Sobre ella cimentaré nuevos proyectos sabiendo, ya, que no tengo tu apoyo. Todavía hay esperanza, pero está en otra parte.

Hasta pronto, ciudad.

Tu barrio, que no te olvida.


Barrio Garrido, Salamanca, campaña San Valentín
Sólo necesito amor. Fdo: Barrio Garrido

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