Hoy vamos a salirnos un poco del Barrio
Garrido para cumplir una propuesta que nos han hecho desde HRS (www.hrs.com) para participar en un concurso. Nos han pedido
que defendamos por qué Salamanca es el mejor destino para un pequeño
viaje de fin de semana. Así que, como buenas salmantinas (y de
Garrido nada menos), aceptamos el reto y hacemos nuestra propuesta.
Si hiciésemos una lista de las 100
cosas que debes hacer antes de morir, estamos convencidas que una de
ellas es visitar Salamanca.
2 días, una visita a Salamanca.
Cuando se pregunta a un salmantino por
su ciudad, especialmente si está viviendo fuera, no puede evitar
sacar pecho y enorgullecerse de una de las ciudades monumentales más
bonitas de España (¡qué decimos de España! ¡¡Del mundo!!). El
maravilloso casco histórico que hizo a la ciudad merecedora de
convertirse en Patrimonio de la humanidad por la Unesco desde 1988 no
puede dejar de ser visitado.
En cualquier guía de viajes puedes
encontrar los imprescindibles de Salamanca que, por supuesto,
cualquier turista debe ver.
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| La Plaza Mayor, siempre llena de gente |
Sin embargo, además de todos estos lugares que sin duda recomendamos, existen en nuestra ciudad otros rincones que merece la pena visitar y conocer.
Uno de los principales encantos de
Salamanca reside en la tranquilidad de sus calles, que se alejan del
bullicio de las grandes ciudades y permiten salir a pasear sin
aglomeraciones y sin agobios. A la vez que Salamanca sirve como lugar
para desconectar, está simultáneamente llena de vida gracias a los
salmantinos y a los estudiantes que recorren esta ciudad
universitaria.
Cuando vengas a Salamanca, olvídate de meter en la maleta las prisas, el estrés y los agobios. No te servirán de nada porque aquí el tiempo quedó atrapado en la piedra. En nuestra ciudad, hagas lo que hagas, podrás saborearlo con pausa. Desde dar un paseo hasta tomar un café en una terraza. Las horas se multiplican, verás como el día te cunde el doble que en cualquier otra parte.
¿Estás preparado? Empezamos.
Cuando vengas a Salamanca, olvídate de meter en la maleta las prisas, el estrés y los agobios. No te servirán de nada porque aquí el tiempo quedó atrapado en la piedra. En nuestra ciudad, hagas lo que hagas, podrás saborearlo con pausa. Desde dar un paseo hasta tomar un café en una terraza. Las horas se multiplican, verás como el día te cunde el doble que en cualquier otra parte.
¿Estás preparado? Empezamos.
Día 1 Sábado: paseo monumental.
Si llegaste por la noche y has dormido en Salamanca, levántate, respira. Sí, respira muy hondo, sobre todo si vienes de una gran ciudad. Deja que el aire limpio de Salamanca entre en tus pulmones. Y ahora, escucha. No hay bullicio ni contaminación acústica, y sin embargo sí encontrarás una ciudad vital. Es probable que escuches a la gente hablando por la calle, niños que juegan en los parques, algo de tráfico y quizá música que sale de algún coche o de la habitación de alguna casa.
Aprovecha esos primeros minutos del
día, en cualquier parte de Salamanca donde te estés hospedando y
disfruta de la tranquilidad de una ciudad pequeña.
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| La Clerecía y, al lado, la Casa de las Conchas |
Si eres un amante de los lugares que poseen su propia historia, desayuna en el Novelty, la legendaria cafetería (la más antigua de Salamanca), lugar de reunión de personajes tan ilustres como Ortega y Gasset, Carmen Martín Gaite o Torrente Ballester (cuya estatua preside una de las mesas).
Una vez que hayas admirado la belleza de la plaza, te recomendamos continuar la ruta, a pie por supuesto, hacia las dos catedrales. Si sales por el soportal de la plaza hacia la Rúa Mayor, podrás ver la iglesia de San Martín en la Plaza del Corrillo. Merece que te pares un momento a visitarla.
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| El magnetismo de la Catedral |
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| Catedral Nueva de Salamanca |
Es probable que tras este paseo tengas ya ganas de comer. Otra de las ventajas de viajar hasta Salamanca, es que encontrarás una multitud de bares y restaurantes entre los que escoger. Te recomendamos que te quedes en alguno de los restaurantes del centro y pruebes sus especialidades (la mayoría tiene menús del día económicos). Últimamente las gastrotascas están teniendo bastante éxito, así que, quizá como aperitivo previo a la comida, o si prefieres gastar un poco más por un menú diferente, puedas acercarte a Tapas 2.0 o a iPan iVino y probar sus exquisitos platos. Puedes encontrar más opciones en la propia Plaza Mayor, comiendo en El Reloj, o bien en La Viga, un bar en el que encontrarás uno de los mejores pinchos de jeta de Salamanca.
Para hacer la digestión quizá quieras volver a tu hotel y descansar un rato, pero si aún te quedan fuerzas y no quieres encerrarte, te recomendamos que camines hasta el huerto de Calixto y Melibea, situado en la trasera de la catedral vieja. Su acogedor ambiente, lleno de flores y plantas, y el sonido del agua de las fuentes te envolverán. Siéntate un rato y evádete del tiempo.
No dudamos de que pasarías ahí el resto de la tarde, pero Salamanca aún tiene cosas para ofrecerte. Si te gustan las exposiciones, al lado del Huerto de Calixto y Melibea encontrarás la Casa Lis que es un museo de art noveau y art decó. No obstante, si lo tuyo no son los museos, puedes seguir admirando el palacete desde fuera. Hecha esta pequeña visita, puedes dirigirte hacia el puente romano y caminar por una construcción con 2000 años de historia que, además, te ofrecerá las vistas de la ribera del río Tormes y del cimborrio de la catedral.
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| El río Tormes |
El paseo continúa inevitablemente hacia la fachada de la Universidad, edificio en el que tendrás que localizar la conocida rana de Salamanca. La leyenda dice que cualquier estudiante que quiera aprobar el curso debe encontrar la rana posada sobre la calavera sin ayuda. Sin embargo, dentro de sus innumerables relieves, puedes encontrar auténticas curiosidades que te animamos a descubrir. Por ejemplo, te invitamos a que averigües qué están haciendo unos simpáticos monos ;)
No dejes tampoco de ver El cielo de Salamanca, situado justo al lado de la fachada de la Universidad, en el interior del Patio de Escuelas Menores. Se trata de un extraordinario mural del siglo XV con pinturas de temas astrológicos y astronómicos que te dejará asombrado.
Es probable que ya esté anocheciendo cuando hayas acabado el recorrido, así que es hora de cenar en alguno de los múltiples restaurantes que encontrarás en el centro de la ciudad. Desde el blog de un paisano te recomiendan 5 restaurantes concretos. Si te quedan fuerzas, tras la cena puedes acercarte a uno de los pubs de estilo irlandés que rodean la Plaza Mayor. Tómate una cerveza con calma, disfruta del tiempo y, si quieres, prepárate para una noche de fiesta por los bares-discoteca de la ciudad, otro de los reclamos de Salamanca. Además, podrás ver iluminados los monumentos que has visitado durante el día. El encanto es igual o superior. El ambiente nocturno es inigualable. Los estudiantes llenan los bares y discotecas. ¿En cual entrar? Recomendar un lugar para pasar la noche nos resulta difícil. Pregunta a los salmantinos por un local de tu gusto y ellos te indicarán adonde ir. Hay un ambiente para cada persona, aunque podemos nombrar locales referentes como el Cvm Laude, Camelot, Puerto de Chus, Potemkin...
Dia 2. Domingo: la otra Salamanca.
Somos conscientes de que la belleza de la zona monumental de Salamanca merece mucho más que un día para ser admirada. Sin embargo, te invitamos a que no te quedes en el centro, a que te salgas de las rutas típicas de las guías de viaje y te des un paseo por los barrios de la ciudad, donde encontrarás también muchas cosas interesantes.
Sin ir más lejos, el barrio del Oeste lleva a cabo una de las propuestas que más éxito está teniendo en la ciudad, y es sacar el arte a la calle a través de su galería urbana. La idea, bohemia y transgresora, se enmarca en una serie de actuaciones en el barrio en las que participan los vecinos, así que no te cortes, visítalo y pregunta, quizá coincidas con alguna otra actividad cultural del barrio.
Otro de los barrios imprescindibles, cómo no, es el barrio Garrido, que defendemos desde este blog (que te invitamos a visitar para estar al día de lo que ocurre en nuestras calles). Aquí podrás encontrar una obra de arte urbano hecha por Boamistura. Estamos seguras de que te impactará. También, los hipsters y modernos con gafas de pasta tendrán su lugar ideal de reunión en los numerosos "bares de viejo" en los que pueden tomarse una cerveza y unos pinchos de jeta (la tapa típica de Salamanca), de patatas bravas, huevos con farinato o lo que se tercie con los paisanos del lugar.
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| En los barrios también hay arte. En la imagen, la obra de Boamistura. |
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| Fotografía de La Malhablada |
Si lo tuyo son los puntos de vista distintos y no le tienes miedo a las alturas, puedes culminar tu visita regresando al centro de la ciudad y subir a las torres de las catedrales desde ieronimus.
Tras contemplar Salamanca desde arriba, puedes terminar el día disfrutando de uno de los microteatros de La Malhablada. Se trata de una iniciativa pionera en la ciudad que ofrece un espacio para las artes escénicas en un formato "de bolsillo": ¡las obras no superan los 15 minutos de duración! Otro de sus incentivos es la terraza que posee en lo alto, algo que no se suele encontrar en esta ciudad.
¿Qué tal si cenas en una de las terrazas que hay por el centro? ¿Prefieres algo más tranquilo? ¡Salamanca lo tiene todo! Entra en el Delicatessen y cena en su terraza interior.
No nos gustan las despedidas. Preferimos los "hasta pronto".
Qué difícil es resumir en tan poco espacio lo que Salamanca puede ofrecerte. Nos dejamos en el tintero muchas cosas, pero esperamos haber sabido transmitir lo más importante: Salamanca es una ciudad que se disfruta desde el primer momento. Gastronomía, gente, aire libre, historia, cultura, monumentos, fiesta pero también calma. Puedes llegar a aprovechar la visita en sólo dos días, y no necesitas echar mano del transporte. Camina, contempla, saborea... y ¡vuelve!
¡Salamanca te espera con los brazos abiertos!
